Lo que he aprendido a lo largo de mi vida, es que cuando algo se
cruza en tu camino, debes tomar una elección: enfrentarte sin miedo a
perder, o rodearlo y adaptarte. Pero tienes que hacer una de las dos
cosas para poder seguir.
Y en menos de un instante… todo cambia. Dejamos el pasado atrás, y
nos lanzamos hacia lo desconocido: nuestro futuro. Partimos hacia
lugares remotos para intentar encontrarnos a nosotros mismos. O,
intentamos perdernos explorando placeres más cerca de casa. Los
problemas empiezan cuando nos negamos a aceptar los cambios, y nos
aferramos a viejas costumbres. Pero si nos aferramos demasiado al
pasado, puede que el futuro no llegue nunca.
Se suele decir que, sea cual sea la verdad, la gente ve lo que
quiere ver. Hay personas que pueden dar un paso atrás y descubrir que
les faltaba ver las cosas con más perspectiva. Otras personas se dan
cuenta de que la vida les está pasando factura. Otras pueden ver lo que
estaba ahí desde el principio… Y luego están ésas personas, aquellas que
huyen lo más lejos posible para no tener que verse a sí mismas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario